COMER POR HAMBRE O POR ANSIEDAD

  ¿Comés por hambre real o por ansiedad? 6 señales que te explican qué está pasando

A veces sentís que necesitás comer ya. Pero no es el horario. No tenías hambre hace un rato. Y sin embargo, vas directo a la heladera. ¿Te pasa?


Distinguir el hambre real del hambre emocional puede ayudarte a frenar atracones, culpas y automatismos que se repiten una y otra vez. Este artículo te ofrece una guía clara para empezar a darte cuenta. 

Estas son 6 señales que pueden ayudarte a distinguir entre hambre física y hambre emocional:

 1. Aparece de golpe y es urgente. No va creciendo gradualmente como el hambre real. 

2. Se enfoca en un alimento específico (dulce, crocante, harinas). 

3. No se calma con cualquier cosa. Lo fisiológico se calma con comida, lo emocional no.

 4. Aparece en situaciones de estrés, ansiedad, tristeza o vacío.

 5. Viene acompañada de pensamientos repetitivos como “necesito comer algo ya”. 

6. Después de comer, no aparece saciedad sino culpa o sensación de haber perdido el control.

 Reconocer estas señales no es para controlarte más. Es para empezar a entenderte mejor.


Cuando sabés por qué comés, podés empezar a elegir distinto. Y eso cambia todo. Si esto te resonó, tal vez te sirva empezar a mirar tu relación con la comida desde otro lugar.


En esta web vas a encontrar recursos para hacerlo.